domingo, 29 de noviembre de 2009

haikus



Ya me ha vuelto a pasar. Un año (¡un año!) . La última entrada hablaba sobre la luna de Valencia, que ahora me resulta tan lejana.

Desde hace un año vivo en Cajamarca, en Peru. Aquí la luna es la misma que en Valencia pero también distinta. Ciertas noches ilumina las calles mojadas por la lluvia, y entre brumas ve cómo se forma la niebla de la mañana siguiente.

Sólo la luna
y los borrachos vieron
llegar la niebla.

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