Terebess Asia Online (TAO)
Index
Home
Mario Benedetti
(Uruguay, 1920-2009)
Rincón de haikus
Mario Benedetti, Rincón de haikus, Madrid: Visor, 1999; México: Alfaguara, 1999
Nota previa
Hace tiempo que soy lector de haikus, pero confieso que el primero que me sedujo como forma poética se lo debo a Julio Cortázar, cuyo título postumo, Salvo el crepúsculo, fue tomado de un notable haiku de Matsuo Bashoo (1644-1694): "Este camino / ya nadie lo recorre / salvo el crepúsculo". Años después me enteré de que la traducción pertenecía a Octavio Paz (en colaboración con Eikichi Hayashiya).
El origen del haiku, con su severa pauta silábica, 5-7-5, se remonta al siglo XVI. Ciertos eruditos lo vinculan formalmente al katauta, un breve poema que oscilaba entre la pauta 5-7-5 y la 5-7-7; otros lo derivan del haikai, que se creaba en grupo y podía tener hasta cien versos. Paulatinamente se fue asentando la forma de 17 filabas, en la rígida combinación 5-7-5, que es sin duda la que produce un efecto poético más impactante. No obstante, hubo al parecer otras formas precursoras del haiku: chooka, tanka, sedooka, y especialmente el renga, canción encadenada, fruto de varios poetas, que vino a introducir un elemento festivo en la literatura japonesa. En todas estas formas aparecen los versos de 5 y de 7 sílabas en distintas concatenaciones, y también se va afirmando el concepto de estación. Vale la pena aclarar que la rima casi no se usa en este envase lírico tan peculiar; en cambio se ha empleado bastante en las traducciones.
Para esta revisión histórica, recomiendo especialmente el excelente y documentado estudio de Fernando Rodríguez-Izquierdo, El haiku japonés / Historia y traducción, 2a ed. Hiperión, Madrid, 1994 (es autor de diez o doce libros más sobre tema tan especializado) y, para no salir del aporte en castellano, diversos estudios y traducciones de Ricardo de la Fuente y Yutaka Kawamoto (Haijin. Antología del jaiku, Hiperión, Madrid, 1992), y Antonio Cabezas (Jaikus inmortales, Hiperión, Madrid, 3a ed. 1997), así como cuidadas traducciones, casi siempre en edición bilingüe, de autores de haikus como Matsuo Bashoo, Yosa Buson, Issa Kobayashi y Masaoka Shiki.
En América Latina, el estudio más serio y bien informado pertenece a la puertorriqueña Gloria Ceide-Echevarría: El haikai en la lírica mexicana, Ediciones de Andrea, México, 1967, basado en la tesis doctoral del mismo título, presentada en la Universidad de Illinois en 1965.
El gran maestro y creador de haikus es, sin lugar a dudas, Matsuo Bashoo, a quien Octavio Paz (en colaboración con Eikichi Hayashiya), dedicó su excelente estudio: Matsuo Bashoo, "Sendas de Oku", Barral Editores, Barcelona, 1970. No obstante, como bien señala Fernando Rodríguez-Izquierdo (ob.cit.,pág.65), "Bashoo no representa un corte radical con el pasado literario. Su formación estética e intelectual era muy profunda, y gracias a ella había asimilado el espíritu de la cultura del Japón. En haiku, él mismo se reconoce deudor de la escuela Dantin. Bashoo viene a reanimar el haiku, pero sin prescindir de tendencias que ya estaban insertas en su proceso de evolución".
Después de Bashoo, viene una larga nómina de autores de haikus: Onitsura (1660-1738), incluso una mujer, Chiyo (1701-1775), Taniguchi Buson (1716-1783), Issa Kobayashi (1762-1826). Ya en el siglo XIX aparece Masaoka Shiki, que después de tantos poetas religiosos, incorpora su presencia de agnóstico (ver: Masaoka Shiki, Cien haikus, traducción y presentación de Justino Rodríguez, edición bilingüe, Hiperión, Madrid, 1996).
Más cercano a Buson que a Bashoo y aunque sólo vive 35 años, Shiki es uno de los más notables autores de haikus. Ya en el siglo XX, una nueva tendencia, "Shinkeikoo", hace que los nuevos poetas japoneses se aparten del haiku clásico y su rigor tradicional.
Desde inicios del siglo XX, el haiku empezó a extender su influencia en poetas de Occidente, en especial el francés Paul Louis Couchoud y el inglés B. H. Chamberlain, así como algunos españoles. Pero sólo influencias. No era frecuente hallar en la lírica occidental (particularmente la parnasiana y la impresionista) la fiel transcripción de la célebre pauta 5-7-5. Ni siquiera en traducciones. En España, y tal como destaca Ricardo de la Fuente, aparecen rastros (sólo rastros) del haiku en los Machado, Juan Ramón Jiménez, Guillen, García Lorca y en particular Juan José Domenchina, autor de un haiku tan clásico como: "Pájaro muerto / ¡Qué agonía de plumas / en el silencio!"
En América Latina, el poeta más cercano al haiku fue indudablemente José Juan Tablada. No obstante, y como señala Ceide-Echevarría, "no intenta conservar las 17 sílabas del haikai [o haiku] japonés; en sólo tres de los poemas de Un día... se ciñe a las 17 sílabas tradicionales, aunque no a la distribución clásica de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas". Por otra parte, Tablada apela casi siempre a la rima, un recurso normalmente descartado por los poetas japoneses.
De todas maneras, la introducción del haikai efectuada por Tablada en la poesía mexicana, tuvo influencia en muchos otros poetas de ese país. Cabe mencionar a Rafael Lozano y otros postmodernistas; a José Gorostiza, Jaime Torres Bodet, Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer, Elias Nandino y otros "contemporáneos". También, y fundamentalmente, a Octavio Paz, y, en capas más recientes, Juan Porras Sánchez y Carlos Gaytán. Cabe destacar que la influencia del haiku en casi todos estos nombres fue más bien indirecta. Curiosamente, un sevillano, José María González de Mendoza, considerado mexicano porque vivió largamente en México, gran admirador de Tablada, es uno de los pocos que fue fiel a la clásica estructura del 5-7-5, como en este haiku: "El rojo acento / de tus labios me llama / donde me quemo", o en este otro: "Mi vida es muda / ni novia ni amistades... / ¡Ah sí! La luna".
Personalmente, no he estado en Japón ni conozco su lengua. Tampoco soy un experto en la historia y el desarrollo del haiku. Sí tengo bien leídos y disfrutados, en buenas traducciones, numerosos haikus en la pauta clásica, que es la que siempre me ha cautivado. Está de más decir que, por el mero hecho de presentar en este volumen, más de doscientos haikus de mi propia cosecha, no me considero un "haijin" (así se denomina en japonés al que escribe haikus) rioplatense.
Simplemente, el haiku clásico, como forma lírica, se me figuró siempre un desafío, tanto por su estructura fija como por su brevedad obligada, que lo hace aún más ceñido que, por ejemplo, el soneto, que en la poética española es tal vez la estructura clásica más rígida. Con sólo 17 sílabas y con una distribución invariable (5-7-5), el haiku es en sí mismo una unidad, un poema mínimo y no obstante completo. De ahí su visión instantánea, su condición de chispazo, a veces su toque de humor o de ironía. Bashoo dejó para la posteridad esta curiosa definición: "Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento".
También forma parte del desafío el hecho de que si bien el haiku ha encontrado en América Latina buenos y hasta excelentes traductores, en cambio ha tenido escasos cultores originales. Salvo el ya mencionado Tablada, los otros que se atrevieron con esa pauta lo hicieron muy tímida y esporádicamente. Y aun esos intentos ocurrieron casi exclusivamente en México y cercanías. El mismo Tablada, casi nunca se cinó a la pauta clásica, aunque debe reconocerse que sus mejores logros los obtuvo cuando no se evadió del 5-7-5, verbigracia: "Trozos de barro, / por la senda en penumbra / saltan los sapos". En Perú, está el caso singular de Arturo Corcuera, que en sus varias veces editado Noé delirante, sin incorporar ningún haiku propiamente dicho, revela una influencia muy bien asimilada, que le conduce a un libro original y chispeante.
En el Río de la Plata, y en general en América del Sur, el haiku ha sido casi ignorado como lectura (no olvidar al argentino Kazuya Sakai, que sin embargo fue en México donde publicó su libro Japón: hacia una nueva literatura, El Colegio de México, 1968) y por supuesto como género a cultivar. Una singular excepción es nada menos que Jorge Luis Borges, que fue un buen conocedor de la poesía japonesa. En 1972 ya había incorporado seis tankas en El oro de los tigres, pero es en La cifra (1981), libro dedicado a María Kodama, donde incluye 17 haikus originales, no traducciones (curiosamente la cifra 17 se corresponde con el número obligatorio de sílabas del haiku clásico), todos con la estructura fija heredada de Bashoo (5-7-5). Hay que senalar que en esos poemas mínimos de última hora hay algunos de notable calidad. A diferencia de Tablada, Borges, cuando elige el haiku, no se aparta ni una sola vez de la norma clásica.
En mi caso particular, es obvio que no me he puesto a imitar a poetas japoneses, ni siquiera a incorporar sus imágenes y temas preferidos. Apenas he tenido la osadía de introducirme en esa pauta lírica, pero no apelando a tópicos japoneses sino a mis propios vaivenes, inquietudes, paisajes y sentimientos, que después de todo no difieren demasiado de mis restantes obras de poesía.
Encerrar en 17 sílabas (y además, con escisiones predeterminadas), una sensación, una duda, una opinión, un sentimiento, un paisaje, y hasta una breve anécdota, empezó siendo un juego. Pero de a poco uno va captando las nuevas posibilidades de la vieja estructura. Así la dificultad formal pasa a ser un aliciente y la brevedad una provocativa forma de síntesis.
Ahora, con el perdón de Bashoo, Buson, Issa y Shiki, ya considero al haiku como un envase propio, aunque mi contenido sea inocultablemente latinoamericano. Y ya que en mi caso no se trata de traducciones, que a menudo exigen matices y variaciones formales que no figuran en la pauta tradicional, he querido que mis haikus no se desvíen en ningún caso del 5-7-5. Esta fidelidad estructural es, después de todo, lo único verdaderamente japonés de este modesto trabajo latinoamericano.
M.B.
Puerto Pollença, Mallorca-Madrid, 1999.
No sigas las huellas de los abtiguos
busca lo que ellos buscaron.
Matsuo Bashoo
1
si en el crepúsculo
el sol era memoria
ya no me acuerdo
2
la muerte invade
de vez en cuando el sueño
y hace sus cálculos
3
los pies de lluvia
nos devuelven el frío
de la desdicha
4
por si las moscas
hay profetas que callan
su profecía
5
inverno inverno
el inverno me gusta
si hace calor
6
los premios póstumos
se otorgan con desgana
y algo de lástima
7
y al laureado
no se le mueve un pelo
allá en su nicho
8
las religiones
no salvan / son apenas
un contratiempo
9
pasan misiles
ahítos de barbarie
globalizados
10
después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida
11
las hojas secas
son como el testamento
de los castaños
12
lo peor del eco
es que dice las mismas
barbaridades
13
a nuestra muerte
no conviene olvidarla
ni recordarla
14
los sentimentos
son inocentes como
las armas blancas
15
la mariposa
recordadá por siempre
que fue gusano
16
hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio
17
son manos locas
de pianista o de herrero
las que nos hablan
18
los hombres odian
presumen sueñan pero
las aves vuelan
19
los dos ladrones
miraron a jesús
y se miraron
20
cada suicida
sabe dónde le aprieta
la incertidumbre
21
óyeme oye
muchacha transeúnte
bésame el alma
22
no hay alergía
más alegre que el prólog
de la alegría
23
la vida es breve
lo afirmaron a una
falla y onetti
24
si no se esfuman
hay que tener cuidado
con los fantasmas
25
me gustaría
mirar todo de lejos
pero contigo
26
no sé tu nombre
sólo sé la mirada
con que lo dices
27
después de todo
la maniquí no sabe
que es libertina
28
cada trasplante
incorpora los flecos
del dueño antiguo
29
almas en plena
almas que lleva el diablo
todas son almas
30
cada comarca
tiene los fanatismos
que se merece
31
los que caminan
sobre ríos de vino
a veces flotan
32
puedro morirme
mas no acepto que muera
la humanidad
33
si hubiera dios
nadie le rezaría
por no aburrirle
34
vuando la pena
proviene del candor
puede ser dulce
35
dame cobijo
con toda la ternuna
que te he prestado
36
cuando te ríes
mis ojos te acompañan
con lagrimones
37
durante el sueño
los amantes son fieles
como animales
38
en cada historia
el perdón y la inquina
son estaciones
39
viejo curtido
ya no quiero pasar
por otro espanto
40
en plena noche
si mis manos te llaman
tus pechos vienen
41
el exiliado
se fue adaptando al tedio
de la nostalgia
42
la golondrina
du vuelta a su pasado
no encuentra el nido
43
la caracola
me deja en el oído
viejos pregones
44
no quiero verte
por el resto del año
o sea hasta el martes
45
diez de septiembre
no recuerdo otros vientos
tan desbocados
46
pasan la nubes
y el cielo queda limpio
de toda culpa
47
el río avanza
con los cisnes estáticos
y vanidosos
48
no sé mentir
nunca he mentido salvo
cuando he sabido
49
desde la biblia
el cielo y el desnudo
pecaron juntos
50
quiero vivir
hasta el último instante
de la tiniebla
51
las plantas oyen
si una las lisonjea
se hinchan de verde
52
si me mareo
puede que esté borracho
de tu mirada
53
las soledades
está demás decirlo
siempre andan solas
54
el cocodrilo
y el sauce llorón lloran
de puro vicio
55
cuando diluvia
pienso que está cayendo
el mar de arriba
56
al amor siemple
la paz de los burdeles
no le hace daño
57
drama cromático
el verde es un color
que no madura
58
las añoranzas
son menos añoranzas
cerca del río
59
cuando mis ojos
si cierran y se abren
todo ha cambiado
60
qiuén lo diría
los débiles de veras
nunca se rinden
61
me siento viejo
pero el zorzal es joven
y me provoca
62
oscuro unánime /
sólo queda un farol
que pide auxilio
63
cuando anochece
se estremecen los pinos
y no es de frío
64
no me seduce
el burdel del poder /
prefiero el otro
65
pasa que al trébol
si tiene cuatro hojas
no hay quien lo aguante
66
en todo idilio
una boca hay que besa
y otra es besada
67
los apagones
permiten que uno trate
consigo mismo
68
cómo disfrutan
en un bando y en orto
los asesinos
69
en la laguna
el agua es un espejo
sin exigencias
70
mientras revivo
acuden primaveras
a mi memoria
71
mas si agonizo
los inviernos se instalan
como sabuesos
72
los grillos rezan
pero son oraciones
iconoclastas
73
en cofre nuevo
guardé los sentimientos /
perdí la llave
74
los epitafios
vienen a ser la gracia
del cementerio
75
me gustan cristo /
santo tomás de aquino /
la sulamita
76
por este puente
transcurren ilusiones
y contrabandos
77
llueve sin ruido
pero bajo el paraguas
funciona el beso
78
con la alborada
renacen los mejores
remordimientos
79
la novia piensa
en sábanas en tules
y en otro estreno
80
fiebre de oro
y en las calles y campos
barro y mendigos
81
conforme truena
los osídos del bosque
secubren de hojas
82
van las muchachas
cada paso más lindas
y yo más viejo
83
con la piedad
a veces se organizan
lindas colectas
84
quisiera verte
en vigilia o en sueños
o dondequiera
85
solo más solo
qué hojarasca de solos
prójimos léjimos
86
con tres rencores
hay quien amasa odios
por todo el resto
87
ya no hay secretos
por tus ojos espío
nuevas conjuras
88
sólo un milagro
puede hacer de un velorio
dos carnavales
89
me gustaría
que el año comenzara
todos los sábados
90
la mujer publíca
me inspira más respecto
que el hombre público
91
no te acobardes
son grises del crepúsculo
sombras de asombro
92
las grandes urbes
no saben lo que saben
ni lo que ignoran
93
la vía láctea
tan sólo nos protege
cuando no hay nubes
94
cuando uno viaja
también viaja con uno
el universo
95
sólo el murciélago
se entiende con el mundo
pero al revés
96
si el corazón
se aburre de querer
para qué sirve
97
ola por ola
el mar lo sabe todo
pero se olvida
98
amor en vilo
la sospecha entreabre
su celosía
99
cómo reirían
los puntos cardinales
si fueran cinco
100
en la razón
sólo entrarán las dudas
que tengan llave
101
no es grave pero
el insomnio en la siesta
no tiene cura
102
si cae un rayo
los valientes se abrazan
a los cobardes
103
sólo jactancia
mi maleta es enorme
y está vacía
104
cuando te vayas
no olvides de llevarte
tus menosprecios
105
parece cuento
al barco lo defienden
los tiburones
106
te espreo en tierra
me dijo la azafata
pero no vino
107
una campana
tan sólo una campana
se opone al viento
108
allí en tu alma
allí en tu corazón
allí no hay nadie
109
se despidiero
y en el adios ya estaba
la bienvenida
110
ya todo es rojo
geranios rosas vino
banderas sangre
111
aquí seguimos
los niños y los viejos
irresponsables
112
tantos amigos
entre un invierno y otro
nos van dejando
113
bueno sería
que las mafias se fueran
a otro planeta
114
las piernas de ella
nos dejaban sin habla
y arrugaditos
115
cuando me entierren
por favor no se olviden
de mi bolígrafo
116
patries de náilon
no me gustan los himnos
ni las banderas
117
cuando prometen
los políticos ríen
con los suplentes
118
palabras que arden
palabras que se apagan
palabrerío
119
cuando lloramos
las alegres toxinas
nos abandonan
120
yacente y hurras
los legatarios bailan
después del réquiem
121
cuando no estemos
la gracia de la duda
se habrá perdido
122
nos van dejando
sin árboles sin ubres
sin fe sin ríos
123
hijo sé atento
préstale una toalla
al pez mojado
124
dedicatoria /
a alle sin descuentos
ella desnuda
125
como aventura
sólo queda arrimarnos
al horizonte
126
tiembla el rocío
y las hojas moradas
y un colibrí
127
no más matracas
no más celebraciones
ya vino el llanto
128
cuando era niño
las canciones de cuna
me desvelaban
129
templo vacío
los viejos santos juegan
un solitario
130
me gustaría
ser noble y elegante
como un pingüino
131
pasan las horas
y ya nos queda un poco
menos de vida
132
botella al mar
esa que esparan todos
y está vacía
133
somos tristeza
por eso la alegría
es una hazaña
134
con sueño turbios
se arma y se desarma
la pesadilla
135
al sur al sur
está quieta esperendo
monteviedo
136
siempre se vuelve
con los viejos amores
o con los nuevos
137
canción protesta
después de los sesenta
canción de próstata
138
viuso de cine
margaret greta ingrid
se me murieron
139
un exiliado
lo será de por vida
y de por muerte
140
suena una flauta
en la noche despierta
y yo en mi nube
141
cuando se empaña
el vidrio arma el paisaje
que a mí me gusta
142
el bosque crea
nidos juncos en fin
vocabulario
143
el preso sueña
algo que siempre tiene
forma de llave
144
en cada infancia
hay una canción tonta
que allí se queda
145
todo arrabal
tiene lujos de pobre
miserias ricas
146
cómo cavilo
siempre que el cirujano
me abre la panza
147
no sé si vengo
tampoco sé si voy
ando al garete
148
el árbor sabe
de quién es cada paso
de quién el hacha
149
sé que el abismo
tiene su seducción
yo ni me acerco
150
si voy remando
siento que el río ríe
a carcajadas
151
con la tristeza
se puede llegar lejos
si uno va solo
152
eran los brazos
de la venus de milo
los que aplaudían
153
le costó pero
por fin halló el camino
del camposanto
154
hay sinvergüenzas
que agravian hieren matan /
tienen estatuas
155
la rabia dulce
no sirve / sólo vale
la rabia amarga
156
nada hay más mágico
que la ruta del semen
por el que somos
157
qué terremoto
cruje el remordiminento
crujen las piedras
158
como es notorio
jesús no era cristiano
pero sufría
159
si me enternezco
dejaré de ser justo
pero qué importa
160
el mar de todos
no es como mi mar
él me conoce
161
desde el espejo
mis ojos no me miran
miran al tiempo
162
el sobre dios
tan solo tan sin nadie
y tan sin virgenes
163
con la verdad
no se juega / se juega
con la mentira
164
reveló el papa
que no hay cielo ni inferno
vaya noticia
165
van al unísono
la vejez los achaques
la teleraña
166
en foto sepia
estabas vos y el tiempo
se fue contigo
167
de la escritura
sólo el apocalipsis
nos acompaña
168
el purgatorio
tiene sala de espera
y un bar y aseos
169
testigo lóbrego
en el lugar del crimen
quedó la rata
170
en los harapos
suele haber más historia
que en la etiqueta
171
setenta y nueve
años / setenta y nueve
años / y qué
172
la poesía
dice honduras que a veces
la prosa calla
173
cuando reuní
mis insomnios completos
quedé dormido
174
no más rodeos
prefiere que la besen
a quemarropa
175
para embriagarse
no hay nada como un cuerpo
de esta cosecha
176
dice el corrupto
que no que no que sí
y allí se queda
177
aquel vigía
se equivocaba a veces
porque era ciego
178
soló los náufragos
valoran con justica
la natación
179
el zángano es
el seguro de vida
de la colmena
180
el viejo sócrates
fue obligado a beber
cicuta cola
181
cuando seducen
las mujeres se vuelven
una guitarra
182
resucitar
es tan difícil como
morir con ganas
183
del cine mudo
lo bueno era el pianista
beso y acordes
184
los bombardeos
remedian para siempre
la sed y el hambre
185
narciso el nene
pidió a los reyes magos
un espejito
186
cada mujer
puede ser dos mujeres
déjenme una
187
si me torturan
no diré nada nunca
dijo el cadáver
188
sé de un ateo
que en las noches rezaba
pero en francés
189
en lontananza
se ven lenguas de fuego /
aquí hay rocío
190
el amor núbil
puede nacer a veces
de un parpadeo
191
qué buen insomnio
si me desvelo sobre
tu cuerpo único
192
vuelve señora /
tras la aduana del beso
vendrá el tuteo
193
en el amor
es virtuoso ser fiel
mas no fanático
194
los parlamentos
tienen cuatro mujeres
por feminismo
195
qué astuto el mar /
si antes hubo sirenas
quedan las colas
196
lo que se aprende
en la cama de los
no tiene precio
197
en el dos min
tendremos seis misiles
por cada cuervo
198
qué linda época
aquella en que decíamos
revolución
199
hace unos años
me asustaba el otoño
ya soy invierno
200
no eras nadie
hoy sos el personaje
de tu velorio
201
ciántos semáforos
para encontrar la senda
del viejo escrúpulo
202
me compré un tango
en le kiosco de adioses
del aeropuerto
203
se venció el plazo
la conciencia te aguarda
con tres querellas
204
una mirada
puede tener la fuerza
de un esperpento
205
follar coger
fornicar aparearse
cuántos sinónimos
206
la madrugada
pasa tan lentamante
que me apacigua
207
la calle asciende
por la ventana abierta /
yo la saludo
208
tras el desfile
qué solitaria viene
la muchedumbre
209
bloqueo / alzheimer /
hiroshima / otan / sida /
no fue un buen siglo
210
¿zurdos o diestros?
no sabe no contesta
pero estornuda
211
¿romperse el alma?
ojo / para las almas
no hay accesorios
212
a este desierto
le hacen felta un oasis
y diez camellos
213
un pesimista
es sólo un optimista
bien informado
214
los pistoleros
no se arrepiente / piden
mejores cómplices
215
tu ciudad sigue
con sol y sin jactancia
siempre esperándote
216
estas tristezas
me las trajo el crepúsculo
y no se fueron
217
nada conforta
como una teta tibia
o mejor dos
218
el que se queda
dormido entre laureles
sueña entre abrojos
219
llego alelado
a este final de siglo
qué encontraremos
220
los que te fían
se vuelven los gestores
de tu calvario
221
tenés tu táctica /
ácido en la respuesta
dulce en el ruego
222
el girasol
no conoce de eclipses
siempre te alumbra
223
el miedo es ágil
el coraje es pesado
como una roca
224
y aquí termino
sin hacer sombra a nadie
ni descuidarme
-----------------------------------------------------
pasan las nubes
y el cielo queda limpio
de toda culpa
No me resigno
Me visitas en suenos
Ya estás muerto.
Ya no existes
En suenos me besaste
Estamos vivos.
Dame tu mano
Ayúdame a vivir
Por un momento.
Hoy me rechazas
Me cubro de defensas
No me conoces.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario