miércoles, 2 de diciembre de 2009

MATSUO BASHO: OKU NO HOSOMICHI

Hiraizumi




El esplendor de tres generaciones de Fujiwara duró el sueño de una noche. Los restos de la entrada principal de la mansión están a la distancia de un ri del conjunto de las ruinas. El palacio de Hidehira (1) es un erial y sólo queda en pie el monte Gallo de Oro. Subí a las ruinas del palacio Takadate. Desde allí se ve al Kitakami, gran río que viene del sur; el río Koromo, tras de ceñir al castillo de Izumi, se le une bajo el palacio Takadate; las ruinas del castillo de Yasuhira, con el paso de Koromo, que está más adelante, guardan la entrada del sur y constituyen una defensa contra toda invasión. Aquí se encerraron los fieles elegidos. (2) De sus hazañas nada queda sino estas yerbas. Recuerdo el antiguo poema:


Las patrias se derrumban,

ríos y montañas permanecen;

sobre las ruinas del castillo

verdea la hierba, es primavera. (3)


Me siento sobre mi sombrero y lloro, sin darme cuenta del paso del tiempo:


Hierba de estío:

combates de los héroes,

menos que un sueño.


Soro escribe otro poema:


Flores de U:

¡Ah, canas del héroe

Kanefusa! (4)


Me habían encomiado mucho las dos famosas capillas. Ambas estaban abiertas; en la de los Sutras están las estatuas de los tres capitanes y en la de la Luz (5) yacen tres ataúdes, tres Budas velan. Los Siete Tesoros (6) se han dispersado, el viento ha roto las puertas incrustadas de perlas y las columnas doradas se pudren bajo la escarcha y la niebla. Hace tiempo que todo se habría derrumbado, agrietado por el abandono y comido por las plantas salvajes, pero han levantado nuevos muros y han construido un techo contra el agua y el viento. Estos monumentos, viejos de mil años, todavía afrontarán al tiempo:


Terco esplendor:

frente a la lluvia, erguido

templo de luz.



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Notas:

Hidehira, penúltimo de los cuatro generales de la familia Fujiwara que reinó sobre esa parte del Japón (Michino Oku) a mediados del siglo XII. La sede de los Fujiwara estaba en Hiraizumi, ciudad que pudo mantener su prosperidad -muchas veces comparada con la de Kyoto- por haber guardado cierta neutralidad durante la lucha entre los Taira y los Minamoto. Cuando triunfan los últimos y estalla la pelea entre los dos hermanos, Yoshitsune, el menor, se refugia cerca de Yasuhira (1155-1189), el cuarto de la familia Fujiwara, que se había mostrado su amigo y partidario. Yasuhira, al ver que la suerte se inclinaba a favor de Yoritomo, traiciona a Yoshitsune y le da muerte en el castillo de Koromogawa, esperando así obtener la protección del vencedor. Yoritomo se limitó a comentar la traición con esta frase: “demasiado tarde”. Sus hombres arrasaron Hiraizimi, dando término a una grandeza que había durado siglos. “La gloria de los tres reinos” se refiere a los tres primeros señores de la familia Fujiwara: Kiyohira, Motohira e Hidehira.
Alude a los que lucharon con Yoshitsune contra las fuerzas de Yasuhira.
Basho parafrasea un conocido poema del poeta chino Tu-Fu (712-770).
Kanefusa era un fiel servidor de Yoshitsune que, a pesar de su avanzada edad y de su cabello cano, luchó hasta el último momento. Al ver el fin de Yoshitsune, Kanefusa y su hermano se lanzan contra el enemigo y mueren.
Hikarido es el edificio principal del templo de Chuson y quiere decir: “Templo de la Luz”. Se le dio este nombre por sus muros decorados con oro.
Los libros budistas hablan de siete tesoros: oro, plata, nácar, ágata, esmeralda, perla y lapislázuli.

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