frases de Yosano Akiko
El bote se aleja y forma un camino blanco. Mi dolor y su huella.
Viniste al fin, y por eso dejé ir a las libélulas que conservaba cautivas entre mis cinco dedos este atardecer de otoño.
Espera
De los innumerables escalones que conducen a mi corazón él subió tan sólo quizás dos o tres.
Distinta de un pez, mi alma se desliza sin agallas. Yo canto sobre un suspiro.
El dia que las montañas se mueven ha llegado. Aunque lo diga, nadie me cree. Las montañas, que en otro tiempo fueron activas entre llamas, sólo duermen un rato. Mas, aunque lo hayáis olvidado, creedme, amigos, que todas las mujeres que dormían ya se despiertan y se mueven.
Puedo entregarme a ella en sus sueños, murmurándole sus propios poemas al oído mientras duerme a mi lado.
¿Será porque siempre anhelas, corazón, que siempre enciendo una lámpara en el naranja del ocaso?
Dulce y triste, como un amor sobrecogido por largos suspiros de lo profundo de un sauce poco a poco va saliendo la luna.
La tierra parece una magnífica flor de loto cuando el sol se alza sobre el paisaje nevado.
- Nace: 7 de diciembre de 1878
- Lugar: Osaka, Japón
- efemérides 7 de diciembre
- Muere: 29 de mayo de 1942
- Lugar: Tokyo, Japón
- efemérides 29 de mayo
Biografía: Escritora, educadora y poeta japonesa, llamada por sus contemporáneos "Poetisa de la Pasión". Akiko fue una de las figuras principales en la historia de la literatura moderna japonesa. Feminista, combativa, ha desempeñado un papel preponderante en el mundo literario de la época y ha introducido la antigua tanka (poemas cuyos versos tienen 31 sílabas) en el mundo poético moderno. Escribió también ensayos contra la opresión y en defensa de los derechos de la mujer japonesa.
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