lunes, 21 de diciembre de 2009

TE LO RUEGO NO MUERAS


AKIKO

Poeta de la pasión.
Antología poética
YOSANO, Akiko
Resumen


La figura de Akiko Yosano emerge en la historia de la literatura japonesa con una fuerza inusitada, no sólo como poeta, sino también como mujer. En ambas dimensiones dejó una huella tan profunda y tan duradera que aún nos sigue y nos seguirá asombrando. Revolucionó la poesía con Midaregami, un libro juvenil absolutamente innovador, fresco, intenso, atrevido que la marcó para siempre como "poeta de la pasión". Lideró el movimiento de liberación de la mujer japonesa con un ardor sostenido. Tuvo once hijos, que sacó adelante frente a una sociedad machista que la relegaba al papel de objeto de deseo o, como mucho, al papel de esposa y de madre sumisa. Akiko pedía para la mujer, en relación con el hombre, los mismos derechos legales, la misma educación, la misma independencia económica, y, sobre todo, la responsabilidad de asumir su propia vida y de expresar libremente sus sentimientos.
El genio poético de Akiko Yosano, se revela por fín, en esta antología que incluye una cuidada selección de los 399 tankas de Midaregami y otros poemas representativos por su fuerza, su calidad o su significación.
Críticas

“Akiko Yosano expresaba, desafiando las convenciones de una cultura dominada por los estereotipos masculinos, con directo descaro, la sexualidad femenina y el sentimiento de entrega… Y aún más, sus versos iban contra las normas de la sociedad, hipócrita y belicista, y de la religión represora…

Traducción exquisita de José María Bermejo y Teresa Herrero.”

Agustín Delgado, Leer, Madrid, noviembre 2007.

“Abierta a todo cuanto pudiera ventilar la rigidez temática y los esquemas formales seguidos por su obra, se atrevió a explicitar no sólo un muy claro erotismo, vetado entonces a la libre expresión de la mujer, sino también a hacer gala de un militante feminismo…

La poesía de Akiko Yosano logra independizarse de la inmóvil fijeza impuesta por el género y sus cerrados códigos y se abre a una desnudez cada vez más viva y directa, en la que el espectáculo del signo no es otro que el de la lengua coloquial, elevada aquí a su máxima potenciación estética.”

Jaime Siles, ABCD las Artes y las Letras, Madrid, 20.10. 2007.


“La japonesa Akiko Yosano revolucionó a comienzos del siglo XX la lírica de su país. Al abandono de las formas métricas tradicionales, la autora sumó la instauración de una nueva moral basada en la reivindicación de los derechos de la mujer…

El poema más impresionante de estos nuevos es ‘Primeros dolores de parto’, donde expresa el terror y la soledad de la parturienta que aguarda a que se desgarren sus entrañas…”

Luis Antonio de Villena, Babelia, El País, Madrid, 20.10.2007.


“Akiko Yosano, que el pasado 29 de mayo cumplió 65 años dentro de la muerte, es una poeta a la que hay que leer, porque la exquisitez de sus formas y la plenitud de su dicción llegan a lo más hondo del alma de los lectores.”

Rubén Castillo Gallego, Noroeste, 25.8.2007.

“La antología de Akiko Yosano que José María Bermejo y Teresa Herrero han traducido para Ediciones Hiperión, nos aproxima al sugestivo perfil de esta poetisa japonesa de la pasión. Abanderada de la liberación en un país de larga tradición machista, Akiko apostó desde su juventud por liderar un movimiento que otorgase ‘los mismos derechos legales, la misma educación y la misma independencia económica que a los hombres.’ Atrevida, sensual innovadora, su verbo certero y delicado complementa como ninguno la feraz defensa por la libre feminidad… ‘La primavera es corta,/ ¿quiéres sentir su eternidad?, le dije,/ y, tomando sus manos,/ las hundí entre mis pechos/ rebosantes de vida.’”

Jorge de Arco, ABC, Madrid, 7.1.2008.

Ejemplo

como castigo
por sus muchos pecados,
aquí estoy, ante el hombre,
con esta suave y fresca piel,
con este largo pelo negro...

AKIKO "POETISA DE LA PASION."

frases de Yosano Akiko

El bote se aleja y forma un camino blanco. Mi dolor y su huella.

Dolor

Viniste al fin, y por eso dejé ir a las libélulas que conservaba cautivas entre mis cinco dedos este atardecer de otoño.

Espera





De los innumerables escalones que conducen a mi corazón él subió tan sólo quizás dos o tres.

Corazón

Distinta de un pez, mi alma se desliza sin agallas. Yo canto sobre un suspiro.

Oído

El dia que las montañas se mueven ha llegado. Aunque lo diga, nadie me cree. Las montañas, que en otro tiempo fueron activas entre llamas, sólo duermen un rato. Mas, aunque lo hayáis olvidado, creedme, amigos, que todas las mujeres que dormían ya se despiertan y se mueven.

Mujer

Puedo entregarme a ella en sus sueños, murmurándole sus propios poemas al oído mientras duerme a mi lado.

Dormir

¿Será porque siempre anhelas, corazón, que siempre enciendo una lámpara en el naranja del ocaso?

Corazón

Dulce y triste, como un amor sobrecogido por largos suspiros de lo profundo de un sauce poco a poco va saliendo la luna.

Luna

La tierra parece una magnífica flor de loto cuando el sol se alza sobre el paisaje nevado.

Paisajes



Biografía: Escritora, educadora y poeta japonesa, llamada por sus contemporáneos "Poetisa de la Pasión". Akiko fue una de las figuras principales en la historia de la literatura moderna japonesa. Feminista, combativa, ha desempeñado un papel preponderante en el mundo literario de la época y ha introducido la antigua tanka (poemas cuyos versos tienen 31 sílabas) en el mundo poético moderno. Escribió también ensayos contra la opresión y en defensa de los derechos de la mujer japonesa.

AKIKO SUS POEMAs
















































































































































































































YOSANOAKIKO (1878-1942)



Viniste al fin




Viniste al fin, y por eso
dejé ir a las libélulas
que conservaba cautivas
entre mis cinco dedos
este atardecer de otoño




De los innumerables escalones




De los innumerables escalones
que conducen a mi corazón
él subió tan sólo
quizás dos o tres.





Una noche




En cada cuarto,
en cada jarrón,
enciende una brillante luz;
arregla amapolas y rosas.
Esto no es consolar
sino castigar;
porque aquí, una mujer
—olvidada de alabar
y de responder—,
de pronto deseó llorar
por una nimiedad.





Mis canciones




Porque mis canciones son breves
la gente cree que atesoré palabras.
Nada he ahorrado en mis canciones.
No hay nada que pueda agregar.
Distinta de un pez, mi alma se desliza sin agallas.
Yo canto sobre un suspiro.




El día que las montañas se mueven




El dia que las montañas se mueven ha llegado.
Aunque lo diga, nadie me cree.
Las montañas, que en otro tiempo fueron activas
entre llamas, sólo duermen un rato.
Mas, aunque lo hayáis olvidado,
creedme, amigos, que todas las mujeres que dormían
ya se despiertan y se mueven.




Puedo entregarme a ella




puedo entregarme a ella
en sus sueños
murmurándole sus propios poemas
al oído
mientras duerme a mi lado




¿será porque siempre anhelas, corazón,
que siempre enciendo una lámpara
en el naranja del ocaso?




dulce y triste
como un amor sobrecogido
por largos suspiros
de lo profundo de un sauce
poco a poco
va saliendo la luna




la tierra parece
una magnífica
flor de loto
cuando el sol se alza
sobre el paisaje nevado.




(Traducción A. Girri)

viernes, 18 de diciembre de 2009

LAS LUCIERNAGAS


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XXV
Otaru

"Las luciérnagas"

Otaru significa "luciérnagas". En este capítulo, Genji proporciona a uno de los pretendientes de Tamakazura, Su Alteza de la Guerra, un atisbo de ella a la luz de las luciérnagas.

LAS MARIPOSAS


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XXIV
Koshô

"Las mariposas"

El título del capítulo, que significa "la mariposa", pues no hay distinción de número, procede de un intercambio de poemas entre Murasaki y Akikonomu.

  • ¿Mirarás con recelo, oh, grillo del pino en la hierba, nostálgico del otoño, incluso a esas mariposas de mi jardín florido?

y

  • Ven, parecían decir, y tus mariposas bien podrían haberme atraido si entre nosotros no hubiera una hilera tras otra de rosas amarillas.

EL PRIMER CANTO DEL RUISEÑOR


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XXIII
Hatsune

"El primer canto del ruiseñor"

El título del capítulo, que significa "primer canto (del año)", procede de un poema que la dama de Akashi envía como regalo de año nuevo a la hija que no ha visto desde que Murasaki la adoptó:

  • Una que año tras año a una sola esperanza se ha aferrado: ¡oh, permite que hoy deje de estar triste y oiga el primer canto del ruiseñor!

LA GUIRNALDA DE ZARCILLOS


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XXII
Tamakazura

"La guirnalda de zarcillos"

La palabra Tamakazura se resiste a la traducción, pero aquí nos hemos decidido por "guirnalda de zarcillos". El término se convirtió en el título del capítulo y en el nombre tradicional de Tamakazurra porque Genji lo utilizaba para referirse a ella hacia el final del capítulo:

  • Si, mi amor sigue vivo, como lo estaba mucho tiempo atrás; pero, ¡oh, guirnalda de zarcillos, dime qué largo y sinuoso tallo te condujo hasta mí!

LAS DONCELLAS

Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XXI
Otome

"Las doncellas"

Otome (doncella) se refiere en particular a una muchacha elegida como danzarina de Goseshi. En este capítulo Genji envía un poema que contiene la palabra otome a la danzarina de goseshi ya mencionada en "flores que caen" y "Suma".

Entretanto, Yûgiri, su hijo, repara en una danzarina de goseshi mas joven y le envía un poema que contiene la misma palabra.

LA CAMPANULA


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XX
Asagao

"La campánula"

Asagao (Campánula) es la flor que, desde el capítulo "el árbol de retama", se asocia con el cortejo por parte de Genji de la princesa que aparece en este capítulo.

Como título se refiere en particular a un intercambio de poemas entre ella y Genji, después de que este falle en su intento de hacerla suya.

GIRONES DE NUBES


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XIX
Usugumo

"Girones de nube"

El título del capítulo procede de un poema recitado por Genji cuando está de luto por Fujitsubo:

  • Esos finos girones de nube que se deslizan sobre las montañas, presos en la luz del ocaso, parecen desear que su tono armonice con las mangas de los afligidos.

EL VIENTO ENTRE LOS PINOS


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XVIII
Matsukaze

"El viento entre los pinos"

Matsukaze significa "viento entre los pinos". El capítulo Akashi asocia a la dama de Akashi, su casa y su música con ese sonido, y el motivo reaparece cuando se traslada a Ôi, cerca de la ciudad imperial, donde se dedica a la música.

Su madre dice:

  • Aquí, en mi viejo hogar, al que he vuelto sola y con aspecto cambiado, oigo soplar entre los pinos un viento cuyo sonido me es familiar.

EL CONCURSO DE PINTURA


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XVII
Eawase

"El concurso de pintura"

La palabra Eawase significa "concurso de pintura" en el que dos equipos compiten presentando sus pinturas para que sean juzgadas.

No se tiene constancia de que tales concursos tuvieran lugar antes de la época en que fue escrito el relato, pero el que aparece en este capítulo sigue la pauta establecida en los concursos de poesía (utaawase) y, en particular, la de un ejemplo bien documentado que tuvo lugar en palacio el tercer mes lunar del año 960.

EN EL PASO


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XVI
Sekiya

"En el paso"

Sekiya significa "puesto de barrera" (vigilado por un guardián de barrera) y alude a la Barrera de Ôsaka, entre Kyoto y las provincias del este.

El lugar es el escenario de este corto capítulo.

UNA JUNGLA DE MATORRALES


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XV
Yomogiu

"Una jungla de matorrales"

Yomogiu significa una casa en ruinas con el terreno circundante cubierto de matorrales como la Yomogi (Artemisia vulgaris)

EL PEREGRINAJE A SUMIYOSHI


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XIV
Miotsukushi

"El peregrinaje a Sumiyoshi"

Las sílabas Mi-0-tsu-ku-shi aparecen en el intercambio poético por el que a menudo se ha recordado este capítulo. Su significado principal es el de "señalizador de canal" (un palo clavado en el fondo de un estuario para señalizar el canal), pero también indican "darme del todo" (en el amor).

Genji ha ido al santuario de Sumiyoshi, cerca de Naniwa, para dar gracias al dios por sus bendiciones. Casualmente, la dama de Akashi llega el mismo dia en su propio peregrinaje a Sumiyoshi, pero el nutrido séquito de Genji atesta la playa, hasta tal punto que ella, sintiéndose insignificante, va directamente al puerto de Naniwa.

Al enterarse de lo que ha sucedido, Genji va a recorrer Naniwa, donde repara en el canal Horie (un nombre famoso en poesía), señalizado por hileras de Miotsukushi.

Entonces envía este mensaje a la dama:

  • Yo, que lo doy todo por tu amor, tengo mi recompensa, pues hallarte aquí, donde hay un canal tan profundo, demuestra la fuerza de nuestro vínculo.

Ella replica:

  • Ya que nada valgo, ningún derecho tengo a la felicidad; ¿que me llevaría, pues, a darlo todo por amor?

AKASHI


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XIII
Akashi

Akashi, como Suma, es un trecho de costa al pie de unas colinas. En aquel entonces se encontraba en la provincia de Harima, mientras que Suma, a solo ocho kilómetros de distancia al este, de las provincias domésticas que, al menos nominalmente, se encontraban directamente bajo dominio imperial.

SUMA


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XII
Suma

Suma, una franja de costa al pie de las colinas, se encuentra hoy dentro de los límites municipales de Kobe. Allí vivían las ama (gente del mar), y en poesía el ama típica era una mujer joven dedicada a la obtención de sal, cuyo ardiente amor revelaba el humo de la fogata que utilizaba en su tarea.

Suma era también conocida por ser el lugar donde Ariwara no Yukihira (818-893) tuvo que exhiliarse. Por esta razón acude a la mente de Genji cuando piensa en abandonar la ciudad.

El capítulo contiene una excepcional abundancia de alusiones a la literatura escrita en chino, sobretodo a la poesía de otros dos famosos literatos exhiliados:

Bai Juyi y el erudito y estadista japonés Sugawara no Michizane (846-903)

FLORES QUE CAEN


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

XI
Hanashirusato

"Flores que caen"

Hanashirusato significa "pueblo donde caen las flores". Genji visita a una dama que vive allí y le entrega el siguiente poema:

  • El deseo vehemente del dulce aroma del naranjo impulsa al cuclillo a buscar el pueblo donde caen unas flores tan fragantes.

LA RAMA VERDE


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

X
Sakaki

"La rama verde"

El sakaki es un árbol de hoja perenne y ancha que se utiliza en el ritual shintoísta, y por ello figura en la escena mas recordada de este capítulo: la visita de Genji al refugio de Rokujo en el santuario de Páramo.

A su llegada, ella le dirige reproches cuando él desliza una rama de sakaki bajo las persianas:

  • Si no se alzan cedros que atraigan la mirada a la sagrada baya, ¿que extraño malentendido te ha llevado a tomar el sakaki?

El replica:

  • Es aquí donde ella estuvo, la doncella del santuario a la que conocí, y los tiernos recuerdos han hecho del aroma del sakaki el motivo de que tomara una rama.

Esta rama de sakaki da título al capítulo.

AOI


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

IX
Aoi

Aoi es el nombre japonés de la malva real, planta sagrada en el santuario de Kamo.

Crece en el suelo del bosque y sus hojas tienen forma de corazón.

En el festival del Kamo, la gente decoraba sus tocados y sus carruajes con esta planta, asi como con laurel (katsura).

La palabra aoi, en la grafía del período Heian (afuhi), también puede interpretarse como "día del encuentro (de los amantes)". Ello permite un juego de palabras, un doble sentido que el lector de la traducción ha de tener en cuenta.

Como título del capítulo, aoi se refiere en particular a un intercambio de poemas, en el festival, entre Genji y la enamorada dama de cámara.

Al ver a Genji con otra mujer (Murasaki) en su carruaje, escribe:

  • ¡Ah, es demasiado duro!
    Hoy, cuando nuestra Aoi me dijo que el dios bendecía nuestro encuentro, veo que otro luce esas hojas.

El replica:

  • Muy pícaro, diría yo, fue tu deseo de lucir la aoi, cuando hoy en este lugar de encuentro se concregan hombres de incontables clanes.

Aoi debió de haber sido aceptado como título del capítulo, debido al incidente que tiene lugar el día anterior en el Kamo; y puesto que la persona responsable del incidente es la esposa de Genji, los lectores la conocen como Aoi.

BAJO LAS FLORES DE CEREZO


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

VIII
Hana no en

"Bajo las flores de cerezo"

Este capítulo comienza con una fiesta (en) para celebrar el florecimiento (hana) de un cerezo.

BAJO LAS HOJAS OTOÑALES


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

VII
Momiji no ga

"Bajo las hojas otoñales"

Ga significa una celebración (un aniversario) de un gran personaje con ocasión de haber alcanzado una edad felizmente avanzada.

Aquí el personaje es un ex-emperador (el padre o tal vez el hermano mayor del padre de Genji); la ocasión es probablemente su llegada a los cuarenta o cincuenta años, y la celebración tiene lugar bajo brillantes hojas otoñales (momiji).

EL ALAZOR


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

VI
Suetsumuhana

"El alazor"

La suetsumuhana "alazor" es una flor amarilla o anaranjada de la que se extrae un tinte escarlata, y en este capítulo, donde el escarlata es un motivo recurrente, aparece una mujer a la que los lectores conocen como Suetsumuhana.

Su nombre procede de un poema de Genji:

  • No es este en absoluto un color que me entusiasme; ¿que pretendía entonces al dejar que mis mangas rozaran un alazor florido?

El capítulo deja claro el propósito oculto de Genji.

LA JOVEN MURASAKI


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

V
Wakamurasaki

"La joven Murasaki"

Waka significa "joven", mientras que murasaki, una planta cuyas raices producen un tinte violeta, significa también el tinte y su color.

En poesía, el violeta murasaki simboliza relación íntima y pasión duradera.

En este capítulo, Genji encuentra a una chiquilla muy parecida a Fujitsubo (es la sobrina de Fujistubo), que para él es murasaki y a la que quiere de inmediato para sí.

  • ¡Cuán alegremente recogería y pronto haría mía esa plantita silvestre que brota de la raíz misma compartida por la murasaki!

Mas adelante, Murasaki llega a referirse a la misma muchacha y a servir mas o menos como su nombre.

LA BELLEZA CREPUSCULAR


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

IV
Yûgao

"La belleza crepuscular"

La yugao "belleza crepuscular" o, en un sentido mas literal, "rostro nocturno" es una enredadera que en el capítulo se presenta así:

"Una enredadera de un verde reluciente, sus blancas flores sonriendo para sí misma, trepaba alegremente por lo que parecía una valla de tablas."

Casi al comienzo del capítulo, una misteriosa mujer le envía a Genji un abanico para que acompañe unas flores de yugao que él acaba de arrancar, y en él encuentra escrito un poema:

  • Imagino que bien podría ser él: el ligero y plateado rocío llega para vestir de encanto a una flor de belleza crepuscular.

El responde:

  • Deja entonces que me acerque y vea si eres ella, a quien la trémula luz del anochecer me permitió discernir vagamente en las flores de belleza crepuscular.

EL CAPARAZON DE CIGARRA


Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

III
Utsusemi

"El caparazón de cigarra"

Utsusemi significa "el caparazón viejo de una cigarra".

En este capítulo Genji sigue asediando a la mujer a quien trató en vano de domeñar en el anterior, y una vez mas ella huye, despojándose de una prenda de vestir al hacerlo Genji la recoge y le envía el poema:

  • Bajo este árbol, donde la cigarra en época de muda deja su caparazón vacío, sigo anhelando, por todo cuanto sé que ella es.

Ella escribe como un comentario privado en su carta:

  • Así como las gotas de rocío se posan en las alas de la cigarra, oculta en su árbol, secretamente, oh, secretamente, estas mangas están humedecidas con mis lágrimas.

UTAGAWA KUNIYOSHI (1835-1900)


Genji Monogatari

Camino del Haiku



Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

II
Hahakigi

"El árbol de retama"

Hahakigi "árbol de retama" es un arbusto con el que se hacían escobas y que tenía la reputación poética de ser visible desde lejos y desaparecer cuando uno se aproximaba.

Como título del capítulo, alude a un intercambio de poemas entre Genji y una mujer que le ha decepcionado al mostrarse inaccesible.

El escribe:

  • Yo que jamás supe lo que significaba el árbol de retama, ahora me asombro al descubrir que el caminoa Sonohara me ha alejado mucho de mi ruta.

Ella responde:

  • Lleno de pesar porque se ha sabido que nació en un hogar humilde, el árbol de retama que viste por un instante se desvanece y enseguida se pierde

GENJI MINOGATARI


Genji Monogatari

Camino del Haiku



Utagawa Kuniyoshi (1835-1900)

I
Kiritsubo

"El pabellón de la paulonia"

Kiri significa " Paulonia", y tsubo, "un pequeño jardín entre edificios palaciegos".
Así pues, Kiritsubo es el nombre del pabellón de palacio en cuyo jardín se alza una paulina.

El emperador instala en ese lugar a la madre de Genji, y por ello los lectores la han llamado siempre Kiritsubo no Koi (La intima de iritsubo), aunque esa denominación no figura en el texto.

EL HAIKU EN OCCIDENTE


El haiku en occidente

El haiku se difunde en la literatura occidental desde principios del siglo XX: primero en Francia, donde Paul Louis Chochoud publica en 1905 un libro de poemas y en 1906 un ensayo titulado Los epigramas líricos de Japón; en Inglaterra, entre 1908 y 1912, se reunieron varios poetas interesados en el haiku, entre ellos Hilda Doolittle y Ezra Pound, quien llegó a decir que “es mejor presentar una sola imagen en toda la vida que producir obras voluminosas”. En España y América, el haiku no resultó una forma extraña, sobre todo por su proximidad con el epigrama, la adivinanza y la seguidilla, que alterna versos de siete y cinco sílabas. El primer poeta que escribe haiku es el mexicano José Juan Tablada, quien visitó Japón en 1900. Lo más común entre los poetas de lengua española es recuperar la brevedad del haiku, sin que se cumpla necesariamente el canon de las 17 sílabas. Sin embargo, a través de la sucesión 5-8-4, la fórmula ideal se realiza en este poema de Tablada:

“Tierno saúz / Casi oro, casi ámbar, / Casi luz...”

donde la densidad reside en la gradación lumínica (oro-ámbar-luz), captada como impresión gracias al adverbio casi, y en la unión de esos matices de color (sensación visual) con el atributo tierno (¿sensación táctil, gustativa, alusión a su delicadeza y fragilidad?). La imagen del saúz (sauz o sauce) se esboza mediante una sinestesia, es decir, la aproximación de dos dominios sensoriales. Además de Tablada, otros poetas modernistas se acercaron al haiku y a la poesía japonesa: por ejemplo, el español Manuel Machado. Entre los poetas posteriores, destacan el ecuatoriano Carrera Andrade, los mexicanos Carlos Pellicer, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Octavio Paz y Alfredo Boni de la Vega (1914-1965), compilador de la primera antología del ‘haikai hispano’, en 1951. Este último es autor, además, de un haiku fiel al modelo que tiene mucho de adivinanza:

“Flor de tristeza que se abre cuando el llanto del cielo empieza”... el paraguas.


José Juan Tablada

José Juan Tablada

Al lago, al silencio, a la sombra
Todo candor el cisne
Con el cuello interroga...

José Juan Tablada (1871-1945), poeta y prosista mexicano, señaló el rumbo de la poesía mexicana posterior al modernismo.
Nacido en la ciudad de México; viajó a principios de siglo a Japón, cultura que influiría a la larga en el rumbo de su poesía y lo convertiría en el introductor de las vanguardias en México. Introdujo en español el haiku japonés y escribió poemas ideográficos. Su poesía se mueve en la superficie, en lo que ve y lo que toca, y con una habilidad magistral hace de las cosas sencillas artificios sorprendentes. Publicó: Florilegio (1899), Al sol y bajo la luna (1918), Un día... (1919), Li-Po y otros poemas (1920), El jarro de flores (1922) y La feria de la vida (1928). Murió en Nueva York, poco después de ser nombrado vicecónsul de México.

Tierno saúz
Casi oro, casi ámbar
Casi luz...
Distintos cantos a la vez;
La pajarera musical
Es una torre de Babel.
Pavo real, largo fulgor,
Por el gallinero demócrata
Pasas como una procesión...
La rama del chirimoyo
Se retuerce y habla:
Pareja de loros.
De los enjambres es
Predilecta la flor de la toronja
(Huele a cera y a miel).
Por nada los gansos
Tocan alarma
En sus trompetas de barro.
Llovió toda la noche
Y no acaban de peinar sus plumas
Al sol, los zopilotes.
Apenas la he regado
Y la mata se cubre de violetas,
Reflejos del cielo violado.
Sin cesar gotea
Miel el colmenar;
Cada gota es una abeja...
En la siesta cálida
Ya ni sus abanicos
Mueve la palma...
Cohete de larga vara
El bambú apenas sube se doblega
En lluvia de menudas esmeraldas.
Caballo del diablo:
Clavo de vidrio
Con alas de talco.
Breve cortejo nupcial,
Las hormigas arrastran
Pétalos de azahar...
Aunque jamás se muda,
A tumbos, como carro de mudanzas,
Va por la senda la tortuga.
Las cigarras agitan
Sus menudas sonajas
Llenas de piedrecitas...
Engranes de matracas
Crepitan al correr del arroyo
En los molinos de las ranas.
De monte a monte,
Salvando la cañada y el hondo río,
Una torcaz se queja y otra responde.
El jardín está lleno de hojas secas;
Nunca vi tantas hojas en sus árboles
Verdes, en primavera.
Como en el blanco las flechas
Se clavan en el avispero
Las avispas que regresan...
Otoño en el hotel de primavera;
En el patio de "tennis"
Hay musgo y hojas secas.
Clavada en la saeta
De su pico y sus patas,
La garza vuela.
Mariposa nocturna
A la niña que lee "María"
Tu vuelo pone taciturna...
Trozos de barro,
Por la senda en penumbra
Saltan los sapos.
¿Los vuelos de la golondrina
Ensaya en la sombra el murciélago
Para luego volar de día...?
El cámbulo,
Con las mil llamas de sus flores,
Es un gigante lampadario.
La noche anticipa
Y de pronto arde en el crepúsculo,
La pirotecnia de la buganvilia.
Devuelve a la desnuda rama,
Nocturna mariposa,
Las hojas secas de tus alas.
Plata y perlas de luna hechas canciones
Oíd... en la caja de música
Del kiosko de los ruiseñores.
Es mar la noche negra;
La nube es una concha;
La luna es una perla...
Recorriendo su tela
Esta luna clarísima
Tiene a la araña en vela.
El abejorro terco
Rondando en el foco zumba
Como abanico eléctrico.
Bajo el celeste pavor
Delira por la única estrella
El cántico del ruiseñor.
Pedrerías de rocío
Alumbra, cocuyo,
Tu lámpara de Aladino!
José Juan Tablada

Cuando mis ojos
se cierran y se abren
todo ha cambiado

***********

Una campana
tan solo una campana
se opone al viento.

(Mario Benedetti)

Den Sute-jo (1633-1698)

Den Sute-jo (1633-1698)

Lo hace la flor
simplemente enseña al mundo
la lozanía de la cereza.

hana wa yo no tameshi ni saku ya hitosakari



Bosque de Bambú, camino del haiku

Den Sute-jo (1634-1698). Mujer discípula de Bashô, terminó creando un estilo propio común a las haijin de la época, donde el principio "uno con la naturaleza" les llevó a haiku de exquisita belleza y armonía.


A través de las nubes,
hay allí un atajo
¿A la luna de verano?

Las luciérnagas
temen su reflejo
en el agua.

Una nevada mañana
por todas partes
huellas de zuecos.

ni una sola hoja,
no duerme ni la luna
en este sauce

KAWAI CHIGETSU (1634-1718)

Kawai Chigetsu (1634-1718)

Kawai Chigetsu (1634-1718)

Una ráfaga de invierno
sin color para mostrar
sin hojas para rasgar.


Kawai Chigetsu (1634-1718) escribió estrofas unidas con su hijo, Otokuni uno de los estudiantes de Bashô. Así, a través de su hijo y nuera, Chigetsu pudo encontrarse con Bashô en 1689. Se dice que cuando ella era joven sirvió en la corte; después que su marido muriera se hizo monja y escribió bajo el nombre de Otsu.

SHIBA SONOME (1664-1726)

Shiba Sonome (1664-1726)

Shiba Sonome (1664-1726)

Hay alguna floración
que nadie ve
un roble interno en los bosques.


Shiba Sonome, tras la muerte de su marido, fue jueza de haikai y ganó la admiración de su maestro Bashô, es extraño que entrara a formar parte de sus alumnos ya que ella no tenia ningún lazo familiar, ya que por aquel tiempo la mujer que entraba en su circulo, estaba relacionada familiarmente con alguno de sus discípulos; así, Sonome entró por mérito propio.


UME SHUKISHI (SHUSHIKI) (1668-1725)

Ume Shukishi (Shushiki) (1668-1725)

Ume Shukishi (Shushiki) (1668-1725)

¡Cuidado, cuidado!
La contemplación del cerezo
te embriaga.




También conocida como Oaki u Ogawa Shushiki, fue estudiante de Kikaku, discípulo favorito de Bashô. Ella escribió el poema de arriba a la edad de 13 años durante la fiesta de la contemplación del cerezo en flor, en el Parque de Ueno, en Tokio.

Murió el día 15 de abril de 1725. En sus poemas, refleja un punto de vista del Budismo Mahâyâna que reconoce que el vacío (Nirvana) como el despertar a un mundo de verdad y color.

Despierta
De este sueño
Veré el violeta de los iris

KAGA NO CHIYO (1793-1775)

Kaga no Chiyo (1703-1775)

Chiyo-ni (1703-1775)

"cuco"
"cuco", toda la noche,
Y al fin, ¡La aurora!


Kaga no Chiyo

La poetisa de haiku, queriendo mejorar su arte, llamó a un famoso maestro de haiku que visitaba en aquellos días el pueblo donde vivía.
Ella ya gozaba de cierta reputación entre sus amigos como una excepcional escritora de haiku. Pero Chiyo no se sentía satisfecha con una fama meramente local. Es mas, lo que realmente le impulsó a contactar con el poeta viajero era una pregunta sobre su propia actividad creativa. Quería saber en que consistía un haiku genuino, un haiku que realmente mereciese ese nombre, un haiku de auténtica inspiración poética. El maestro le dio un tema para que compusiese un haiku. Era uno convencional; "el cuco" (cuclillo). Es este un pájaro muy querido de los poetas japoneses de haiku y waka. Una característica especial de este pájaro es que canta toda la noche mientras vuela, y por esa razón es muy difícil oírle o verle volar.

...

Chiyo intentó numerosos haiku sobre el tema dado por su maestro, pero el los rechazo todos sistemáticamente como meramente conceptuales y no fieles al sentimiento. No sabia ya que decir, o como expresarse mas genuinamente.
Una noche, se quedo largo tiempo absorta en estos pensamientos de tal forma que no se dio cuenta de que amanecía ya, y que las paredes de papel habían comenzado a iluminarse débilmente. Y entonces el siguiente haiku se formo en su mente:

Hototogisu,
Hototogisu tote,
Akenikeri!

"cuco"
cuco toda la noche,
Y al fin, ¡La aurora
!


Cuando se lo mostró al maestro, este lo aceptó de inmediato como uno de los mejores haiku escritos sobre el cuco. La razón era que el haiku comunicaba los auténticos sentimientos de su autora sobre el cuco y no había nada artificial o intelectualmente calculado en el. Es decir, no había un ego de parte de su autora que buscase su auto-glorificación. El haiku, como el Zen, aborrece el egoísmo en cualquiera de sus formas. El producto del arte debe estar libre de artificio o motivaciones de cualquier tipo. No debe existir ningún agente mediador entre la inspiración artística y la mente a la que llega. La inspiración es como la "música celestial" de Chuang-tzu (tien-lai). El artista debe prestar atención a la música celestial, no a la humana. Y cuando se tropiece con la inspiración, tiene que ser como un autómata sin interferencia humana. Dejemos que el Inconsciente se manifieste libremente, porque el Inconsciente es la zona donde los impulsos artísticos están a salvo del utilitarismo superficial de nuestras vidas. El Zen también habita ahí, y es por esto que el Zen puede ser de gran ayuda a todo tipo de artistas.

La larga meditación nocturna de Chiyo sobre el hototogisu le ayudo a abrir su Inconsciente. Lo que solía hacer antes de esta experiencia era pensar en el tema que emplearía luego al escribir un haiku. Es por ello que todos sus haiku estaban teñidos de una cierta artificialidad o astucia que nada tenían que ver con la poesía de forma estricta. Chiyo por primera vez se dio cuenta de que un haiku, en tanto en cuanto obra de creatividad poética, debía ser una expresión de sentimientos íntimos totalmente vacíos de ego."


Daisetz T. Suzuki, "Zen y Cultura Japonesa"

Chiyo-ni, es considerada como una de las mas grandes poetisas de haiku, comenzó escribiendo a la edad de siete años.
Tuvo dos grandes maestros del haiku, alumnos de Bashô.
En 1755, Chiyo-ni se hizo monja budista, y dejo estas palabras.

"Sin renunciar de este mundo, quisiera enseñar a mi corazón, que fluya noche y día, como el agua clara"

Selección de haiku: Kaga no Chiyo
El templo de Shokouji en Hakusan exhibe sus efectos personales.


ENOMOTO SEIFU-JO (SEIFU-NI), (1732-1815)

Enomoto Seifu-Jo (Seifu-ni ), (1732-1815)

Enomoto Seifu-Jo (Seifu-ni ), (1732-1815)

La quietud
fuera de la lluvia una mariposa
vaga en mi alcoba.

Enomoto Seifu-Jo fue alumna del poeta Shiro de la escuela de Issa

El bebe
mostrando una flor
abre su boca.

Al alba
a las lozanías habla
solamente una mujer.

El camino estrecho acaba
en un campo de puerros.

Todos duermen
no queda nada entre
la luna y yo.

¡Las caras de las muñecas!
Aunque nunca lo pensé
me he vuelto viejo.

Seifu-ni

OKO MICHIHIKO (1755-1818)

Oku Michihiko (1755-1818)

Oku Michihiko (1755-1818)

La luna, la nieve,
y ahora a través de la llovizna,
¡la luz de la mañana!

ABE MIDORIJO (1886-1980) S.XX.

Abe Midorijo (1886-1980)

Abe Midorijo (1886-1980)

Por las cañas marchitas
oscurecidas por las nubes
el agua duerme.

Mariposa de otoño
me dejaste sola
entre los montes.

Persiguiendo los restos
de un sueño--el cielo clarea
hace fresco.

Abrazo una piedra
quemada en un fuego
sueño de otoño.

El insecto sale
de la hibernación, cual infante
trabaja sus piernas.