El siglo de las mujeres
Una reflexión masculina.Intuición, creatividad, tolerancia, responsabilidad y entereza son características claramente femeninas que dan cuenta del actual ascenso de la mujer. Bienvenido sea.
Por: Guillermo Rivas*
Decir que la mujer ha empezado a demostrar que nos lleva alguna ventaja puede parecer oportunista. Sin embargo, esta es una convicción que me acompaña crecientemente durante las últimas décadas.
El dominio del hombre surgió merced a la violencia que empezó a generalizarse en alguna época de nuestra historia, cuando unos pueblos, debido a circunstancias diversas, se tenían que enfrentar a otros. La duración de este dominio, a pesar de que parece llenar toda la historia conocida, no ha sido tan extensa como los milenios en que el matriarcado imperó en nuestro planeta.
La mujer es la artífice de los más grandes descubrimientos de la historia de la humanidad: la agricultura y la ganadería y con ello nos catapultó hacia el mundo civilizado.
¿Qué circunstancias han concurrido para que durante las últimas décadas la mujer empezara a recuperar la posición, por lo menos de igualdad, que le toca en nuestra sociedad?
La violencia física de los enfrentamientos ha dado lugar a guerras teledirigidas que hacen menos imprescindible la participación masculina; la mujer ha ido incorporándose a todo un abanico de campos que antes le estaban vedados, con suficiencia siempre y a menudo con ventaja.
Su papel de estar al lado y un poco detrás de los hombres en un papel aparentemente pasivo durante los últimos 5 milenios le ha permitido desarrollar su intuición, creatividad y tolerancia, características que le dan una indudable ventaja sobre el género masculino. Si a eso le añadimos su capacidad organizativa, responsabilidad y mayor entereza frente a la corrupción, no es de extrañar su creciente participación en las funciones de liderazgo.
Ya hoy día, en los colegios mixtos, las niñas superan en calificaciones a los niños; en el colegio de mis hijos, los primeros lugares y los desempeños extraordinarios siempre estuvieron en manos de las alumnas. Se podrá afirmar que eso es temporal pues es conocido que las mujeres maduran más rápidamente que los hombres, pero esto se da igualmente en las universidades, donde en casi todas las carreras son las universitarias quienes se llevan los galardones en detrimento de los universitarios.
El último de los obstáculos es la proporción relativamente menor de sus ingresos. Las mujeres aun son peor pagadas que los hombres y ese es un obstáculo importante. Cuando la mujer sea remunerada equitativamente, el matrimonio dejará de ser el contrato de su subyugación, pues mientras el hombre gane más que la mujer estará en la posición de dominio en su hogar, ya que la familia dependerá más de sus ingresos. Y eso ¿qué significa?, que al hombre le deben demostrar que sus hijos son sus hijos como condición del mantenimiento del contrato matrimonial. La situación inversa deja a la mujer en inferioridad de condiciones, lo que se da solamente porque aporta menos a la economía del hogar.
Hombres de todo el mundo, a poner las barbas en remojo y dejen de consolarse con la discutible ventaja de ser mantenidos en un futuro próximo por sus mujeres.
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