miércoles, 7 de marzo de 2012
7 consejos para mejorar la comunicación con tus compañeros y clientes
El liderazgo eficaz y el éxito en los negocios dependen, en parte, de tu capacidad para desarrollar tus relaciones interpersonales, tanto las relaciones profundas y duraderas como las sociales y de corta duración. Ahora bien, ¿qué tanto sabemos manejar esta faceta con todas las personas con los que nos relacionarnos?
Lo ideal sería que cualquier persona fuese capaz de participar en una charla agradable en la oficina, con sus colegas y clientes, y de llevarse bien con los demás. Si esto sería lo ideal pero muy frecuentemente solo se da con ciertas personas y con otros tantas no existe esta relación armoniosa.
Por lo general, los demás nos dan pistas que nos indican lo que tenemos que decir para conectar con ellos.
Enumero a continuación algunas “normas de interacción social” que te pueden ser de utilidad en el día a día.
Los 7 tips
1. Reconoce la presencia de los demás. Dí siempre hola o saluda con la cabeza a cualquiera que hable contigo. (De hecho, ¡intenta hablarles tú primero!). Nunca pases al lado de alguien sin sonreír o reconocer o reconocer su presencia;
En la organización no hay cabida para la mala educación, y ciertamente no le llevará a ninguna parte.
2. Inicia la conversación. Habla con cualquier desconocido que esté sentado o de pie cerca de ti en cualquier momento. No esperes que otros hablen primero. Comparte algunos acontecimientos personales sobre ti mismo y pregúntale a la otra persona sobre su vida. Practica hasta que te sientas cómodo haciendo esto.
3. Mantén la conversación. Intenta encontrar algo que te interese sobre la otra persona y habla sobre ello. “¿Vives en la zona sur de la ciudad?. Yo fui a un colegio en esa zona”. Observe a esa persona y céntrate en todos los detalles con curiosidad, pero elimina los juicios de valor.
4. Sintonía. Me refiero al acto de reflejar las pistas no verbales de la otra persona, así como su estado emocional general. Se basa en la empatía, la habilidad para imitar internamente los sentimientos de otra persona. Permite que tu cuerpo y tu cara demuestren interés, según lo que esté discutiendo. Comportamientos no verbales sincronizados, como por ejemplo, hacer lo que otro está haciendo (cruzar las piernas, mover las manos ….) o inclinarse y sonreír, facilita el intercambio de emociones y te permite interpretar mejor los sentimientos de los demás.
No hablo de “sintonizar con la otra persona en beneficio propio”. Esto se denomina manipulación. Para crear unas relaciones eficaces, es imprescindible demostrar un interés genuino y el deseo de conectar con ellos.
5. Sincronización. Es una forma de reconocimiento de la otra persona antes de desviar la conversación en otra dirección. La mejor manera de hacerlo sería resumiendo en una o dos frases lo que piensas que esa persona ha dicho; así sabrá que le has prestado atención y estará más dispuesta a cambiar de tema y discutir el problema que tú propones.
Por ejemplo, si dos compañeros de trabajo tuyos están hablando sobre el partido de futbol del domingo y tú quieres discutir o comentar un proyecto con uno de ellos, haz un par de comentarios sobre el partido o platea alguna pregunta si no lo vistes. Posteriormente di, “Alberto, necesito hablar contigo sobre la agenda del proyecto”. Probablemente, Alberto estará más dispuesto a discutir tu tema porque tú has reconocido la importancia del de él.
Si utilizamos la sintonía y la sincronización para conectar con los demás, ellos estarán más receptivos a nuestras opiniones y sentimientos. Es la base de la persuasión y la influencia.
6. Incorpórate a la conversación de forma correcta. Esperar el momento oportuno es clave en las interacciones sociales. No interrumpas nunca a otra persona para incorporarte a otra conversación: las personas resienten las imposiciones en una conversación y, con frecuencia, ignorarán lo que digas. Primero escucha durante unos minutos y utiliza tu lenguaje no verbal para sincronizarte (postura del cuerpo, mirada…). Normalmente alguien te verá y reconocerá tu presencia. También puedes esperar a que hagan una pausa en la conversación, pero asegúrate de plantear una pregunta o de ofrecer un comentario sobre lo que los demás están hablando antes de intentar llevar la conversación en la dirección que deseas.
7. Contagia a los demás tu estado de ánimo. Si deseas que los demás adopten tu estado de ánimo o el tipo de relación que tú prefieras, antes tienes que demostrar empatía y sincronizar con ellos.
La auto-apertura también es útil, ya que si revelas tus propias preferencias y sentimientos, estarás ayudando a los demás a ver tu propia perspectiva, incluso aunque no estén de acuerdo contigo.
Los líderes cualificados (y esto es aplicable a todos) saben que, en ocasiones, tienen que compartir sus propias ideas y sentimientos antes de pedir a los demás que lo hagan. Cuando mantienes una actitud abierta, los demás están más dispuestos a colaborar y a dejarse persuadir.
Estas y otras “habilidades” que te serán de gran utilidad para construir relaciones exitosas con tus clientes, compañeros de trabajo o con cualquier otra persona con la que te relaciones. Puedes aprenderlas hoy mismo con cualquiera de nuestros cursos y entrenamientos de Productividad & Excelencia Personal o de ‘Cierres Automáticos”. Actúa Ya!!! Ya es el momento no crees?!!!
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